dimecres, 21 d’octubre del 2015

[Curiositats] Beneficios psicológicos de los juegos de rol



Cinco beneficios psicológicos de los juegos de rol.

Si, y quizás no nos hayamos dado ni cuenta, pero los juegos de rol nos aportan una serie de beneficios que pueden ayudarnos enormemente en la vida cotidiana, y no sólo rescatando princesas, salvando reinos y escaqueándose de las mandíbulas de un furibundo dragón. 

El crecimiento personal que desarrolla cada uno viene dado por las experiencias que vivimos; ya pueden ser deportes, trabajo, estudios o incluso videojuegos. Cada una de las elecciones, errores, aciertos y fracasos que sufrimos durante nuestra vida nos acercan cada vez más a lo que seremos en un futuro. Y los juegos de rol… 

¿en qué nos ayuda en todo esto? 

Podría considerarse una simulación de la vida. Una que podemos vivir en nuestra imaginación y ponernos en la piel de un millar de héroes (o de villanos). Y lo curioso del caso es que dentro de esta plasticidad en las aventuras que vivimos como jugadores de rol, nos formamos y nos conocemos a nosotros mismos, aunque sea inconscientemente. A fin de cuentas, sigue siendo una experiencia. 

Así pues, entre otros beneficios que no enumeraré, la práctica regular de los juegos de rol nos ayuda a mejorar algunas características muy interesantes para nosotros y que realmente podemos aprovechar en la vida mundana: 


1. Trabajo en equipo. 

El punto más obvio, ya que la mayoría de juegos son colectivos. La colaboración y coordinación dentro de las aventuras es uno de los pilares básicos para conseguir la fama y la fortuna de osados aventureros. Un mago puede ser terriblemente poderoso por sí solo, pero sin la inestimable ayuda de un buen guerrero, los orcos pueden hacerle picadillo mágico. Conociendo a tu equipo, sus habilidades, sus puntos fuertes y puntos débiles podéis formar un grupo sólido difícilmente de batir. ¿Y en qué se traduce esto en la vida cotidiana? Ya puede ser en el deporte, el trabajo, o en la misma familia, apoyarse mutuamente y suplir las carencias de tus compañeros marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Quizás tú no sepas hacer cosas que otros sí saben hacer, y viceversa. Ahí es donde entra en juego el trabajo en equipo. 

2. Creatividad. 

Quizás una de las capacidades más importantes que tenemos los humanos, una gran creatividad puede salvarnos el pellejo más de una vez. Ser capaz de crear planes, encontrar soluciones (por muy absurdas que parezcan) y en general, inventar infinitas posibilidades dentro de un mundo imaginario nos convierte en personas increíblemente flexibles. Saber aprovechar todas las opciones de las que dispones a tu alrededor, tanto de tus compañeros como del terreno que te rodea, y superar obstáculos infranqueables para aquellos que no saben conectar con los recursos necesarios para lograrlo. Y esto se traduce en que los juegos de rol nos convierten en personas con una enorme capacidad de crear ideas y conceptos que nos van a ser muy útiles en los tiempos modernos, donde no contamos ni con espada ni brujería que puedan sacarnos de nuestros apuros con un chasquido de dedos. 

3. Imaginación. 

Si cuando lees un libro visualizas el paisaje y los personajes, los sucesos y eventos que transcurren en un puñado de palabras, te ocurrirá lo mismo en los juegos de rol. Cómo unas descripciones nos teletransportan a mundos que transcurren en el interior de nuestras mentes. Simplemente fascinante. Tu cabeza se transforma en un proyector de cine para crear una película con todo aquello que te va narrando el director de juego. Y a lo largo de los años acabarás recorriendo centenares de parajes y recónditos lugares que tú, y exclusivamente tú, puede disfrutar. Y la capacidad de visualización no se queda sólo aquí, puede llevarnos a eventos pasados y futuros, simplemente tenemos que conectar con nuestra creatividad o nuestros recuerdos y no te hará falta un avión para viajar. Este tipo de percepción abstracta que tenemos inherentemente por ser humanos puede desarrollarse y mejorarse con los juegos y herramientas adecuadas, convirtiéndonos en unas excepcionales máquinas de imaginación. 

4. Comunicación.

La herramienta fundamental de todos los juegos de rol, sin ella no podríamos disfrutar de estos magníficos momentos. Como director de juego, una comunicación poderosa puede ayudarnos enormemente a atraer la atención de nuestros jugadores, a que su imaginación desarrolle los paisajes y mazmorras que nosotros queremos transmitirles. Y es que una comunicación defectuosa puede convertir una partida interesante en unas horas aburridas y tediosas. O que todas aquellas horas inventando y diseñando situaciones, monstruos y aventuras se vayan al garete por no saber transmitir adecuadamente. La comunicación descriptiva que se desarrolla como master acabará perfeccionándose y sólo necesitarás unas palabras exactas para definir todo aquello que tú quieras. Como jugador también es importante, ya que debes explicar con exactitud las acciones que realizas y describir a tu personaje en esas situaciones. Incluso su propia interpretación, ajustándose a la inteligencia y el carisma de tu avatar imaginario en las aventuras de fantasía. 

5. Empatía. 

Meterse en la piel de los demás nunca ha sido fácil. Ser capaz de sentir lo que sienten, ver otro punto de vista y meterse en los zapatos de aquellos que te rodean es una de las características que definen a las personas con una alta empatía. Y en los juegos de rol esto lo desarrollamos en cada sesión, en cada partida. Meterse en el pellejo de radiantes paladines o en la túnica de un sacerdote de los dioses oscuros nos ofrece una posibilidad, junto a la imaginación, de permitirnos vivir unas vidas totalmente ajenas y comprender más de cerca a las personas que nos rodean. Percibir las emociones de los demás como si fueran tuya, y meterse en sus creencias e ideas es una de las competencias más buscadas en el mundo laboral, ya que a partir de aquí se desarrollan muchas otras características como la solidaridad, tolerancia, colaboración y el bienestar común. La empatía es la mejor herramienta para resolver conflictos de intereses y saber que, pese a ser de colores y creencias diferentes, todos tenemos un mismo corazón. 

Gracias por vuestro tiempo. 

Articulo realizado por nuestro socio Tomás.

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