Orkos (Xurxu) vs Orkos( Mephisto)
Dezpuéz de loz últimoz rezultadoz en laz inkurzionez a
Elohim III, entre loz doz kaudilloz orkoz, Xurxuc Petakaraz y Ghozzbak
Zakaojoz, empezaron a zaltar chizpaz por ké eztrategia ze debía zeguir en
adelante y zi debían zeguir haziendo kazo a loz kaótikoz en laz piztaz de loz
artefaktoz xenoz; también de loz inquizidorez, loz llevaban de un lado para
otro en un deztino confuzo y ademáz los defensores pielez rozadaz habían
rezultado zer máz efektivaz de lo esperado. Aunke eztaz adverzidadez hacían ke
muchoz de sus chikoz muriesen en kombate, la raza orka era muy dura y
sobreviviría a kualkier zituación ke ze lez ponga en zu kamino.
Todo ezto zumado a la naturaleza violenta orka ze konvirtió en un kaldo de
kultivo para que loz grandez kaudilloz orkoz empiecen a dizkutir por kuál de
elloz tiene loz peloz de la nariz máz largoz, y en ezte kazo loz doz únikoz
kaudilloz que habían konzeguido algunoz méritoz para komparárzeloz empezaron a
gritarze kuál era la mejor forma de kontinuar.
Loz kopteroz de Xurxuc avanzaron velocez por el centro para
intentar deztruir el kamión de Krang y zuz meganoblez, aunke zolamente lo
dañaron y loz chikoz de loz kohetez chungoz akabaron el trabajo dejando a Krang
y zuz chikhoz zin tranzporte; akto zeguido, a loz kopteroz del kaudillo Xurxuc,
lez kayó una lluvia de dakka ke no pudieron ezquivar. Loz kopteroz de Ghozzbak
fueron máz afortunadoz zaliendo de detráz de un edificio para inmovilizar el
kamión de loz meganoblez de Xurxuc, renqueante por el peso de ezoz peligrozoz
grandotez. En el flanko derecho Krang y zuz chikoz ze lanzaron hacia el kamión
de loz kohetez chungoz, pero loz lokoz de la velocidad llegaron primero y
deztruyeron el tranzporte y en la refriega posterior kon rebanadoraz kontra loz
koheteroz, loz moteroz akabaron dando buena kuenta de elloz y zuz eztúpidoz
mizilez. Una zonriza zatizfaktoria zurgió en la dentellada boka de Ghozzbak.
El kaudillo Xurxuc ezpoleó a zuz moteroz para embeztir a
Krang y zuz chikoz: el kombate fue zangriento y amboz kaudilloz demoztraron zu
ferocidad orka. Xurxuc eztaba a punto de azeztarle el golpe mortal a Krang
kuando el mejor de zuz noblez ze interpuzo entre la garra y zu zeñor dándole a
ézte la oportunidad de akabar kon el kaudillo rival. El kombate finalizó kon
cinko moteroz aplaztadoz, kuatro meganoblez muertoz y un kaudillo fuera de
combate. Poko dezpuéz, loz orkoz de Xurxuc, al ver kaer a zu zeñor y zufrir
bajaz konziderablez, ze batieron en retirada para evitar zufrir máz bajaz
innecezariaz. Parecieron entender ke la zuperioridad del kaudillo Ghozzbak era
mayor ke la de zu actual kaudillo.
El waaagh de Ghozzbak había zalido triunfante de ezta pelea
entre orkoz, pero a ké precio: laz bajaz fueron konziderablez en loz doz
bandos. Aunke eran divertidaz, eztaz peleaz entre aliadoz no deberían suceder
máz, puez loz únikoz ke ganaban eran loz humanos, aprovechando el tiempo en la
búzqueda de loz artefaktoz mientraz loz orkoz ze entretienen en dizputaz
abzurdaz. Kon zu liderazgo konzolidado, Ghozzbak sólo tenía que preokuparse de
enfrentarze a los ziervoz del falzo dioz Emperador, y kizás hacer entender a
los marinez kon pinchoz kien era el ke iba a mandar a partir de ahora laz
ofenzivaz. Elohim III no zabía lo ke le ezperaba, y al final del día habría una
bandera del waaagh de Ghozzbak plantada en kada una de laz ciudades kolmena.
Gallen (Astra Militarum) vs Carles (Necrones)
El gobernador Volganov había previsto los movimientos de
tropas dirigidos por el Señor del Caos Belial. Su partida de guerra fue
interceptada y rechazada antes de que llegasen a las cercanías de la ciudad
colmena Uthen Ravos. En uno de los poblados cercanos a la refriega, el
comandante vostroyano estableció un centro de operaciones temporal donde
pudiese dirigirse adecuadamente a sus tropas y al resto de fuerzas defensoras
en el sector. Además de su localización, idónea para hacer frente a un avance
más agresivo de los invasores. Los soldados asignados al puesto de avanzada
operacional se mantenían tranquilos y trabajaban con efectividad mientras estuviesen
fuera del rango de explosiones y morteros enemigos.
Pero nunca todo es tan sencillo. Sin previo aviso,
estallaron varias edificaciones del asentamiento rural; la madera ardía con
ferocidad para dejar paso a una gran humareda que podía verse desde kilómetros.
Los soldados del Imperio agarraron sus rifles láser para contener a los herejes
y a los caóticos, pero observaron como un nuevo horror se lanzaba sobre ellos:
de la nada aparecieron dos transportes gravíticos xenos repletos de figuras
humanoides, con la piel metalizada y con las cuencas de los ojos vacías, con un
terrorífico brillo bermejo sin vida. Los extraños vehículos comenzaron a
disparar rayos de energía mientras desembarcaban su carga mortal, siendo
acompañados por gigantescas arañas mecanizadas, con afiladas garras y
cuchillas, que corrían serpenteantes hacia la posición de los defensores.
Una aeronave Vendetta que patrullaba por las cercanías abrió
fuego contra estas inquietantes figuras, aunque su fuego apenas causó bajas.
Continuó surcando por los cielos para establecer una buena posición de tiro,
con tan mala suerte que se topó con una extraña aeronave de material
desconocido: su forma de medialuna ensombreció el poblado antes de disparar
contra la Vendetta vostroyana y comenzar un vertiginoso combate de peripecias
aéreas.
Recuperados del factor sorpresa, los defensores imperiales
se replegaron en las edificaciones más fortificadas y comenzaron a crear una
cortina de fuego láser y de mortero para repeler a las enigmáticas figuras
alienígenas; ráfaga tras ráfaga, los valientes soldados descargaban todas sus
baterías sobre la armadura de los enemigos, pero a diferencia de otro
contrincantes, estas criaturas aguantaban impasiblemente los impactos y
avanzaban devolviendo el fuego. Es más, aquellos enemigos que lograban batir,
al cabo de unos momentos volvían a levantarse como si no les hubiese pasado
nada. Los soldados comenzaron a sentir impotencia y temor ante tan formidables
rivales, sobre todo al ver como compañeros eran desintegrados en armadura,
carne y hueso cada vez que eran impactados por esas potentísimas descargas de
energía verdosa.
Por suerte para el comandante y sus tropas los refuerzos no
tardaron en llegar. De lejos rugieron los cañones Basilisk, estremeciendo todo
el pueblo con sus proyectiles, así como más aeronaves Vendetta acribillaron a
los enemigos a pie. Los soldados defensores, desesperanzados, volvieron a
sentir la llama de la oportunidad, y con un valor sobrehumano se alzaron para
acabar de expulsar al enemigo. Pero ya no estaban; desaparecieron. Despejadas
las nubes de polvo y fuego, esos inexplicables seres y sus vehículos
abandonaron el campo de batalla. No se sabe ni cómo, ni por qué, pero una
extraña sensación recorría la espina dorsal del comandante Dimitri Volganov.
¿Habría sido una advertencia? ¿Un ataque quirúrgico? ¿Han despertado a un nuevo
enemigo?
Estaba claro que debían encontrar a esos inquisidores y
buscar respuestas, sin saber la naturaleza de estos nuevos xenos no podrían
descubrir cómo repelerlos y destruirlos, y acabarían sucumbiendo ante su
implacable fuerza mecánica.
"Para estos seres
somos menos que ganado. Enseres inútiles que o somos consumidos o servimos de
juguetes para divertirles. No existe uno solo de ellos que preste atención a un
mundo de humanos, tal y como actuaría yo frente a una hormiga que acaba de ser
aplastada por mi bota.” Inquisidor Kessel en el Cónclave de Eidolon
Gracias por vuestro tiempo.
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