¡Hola amig@s roleros! Hoy os preparo una nueva reseña del juego más supermundialmente conocido en nuestro club: El Gran Dalmuti.
¿Quién no ha jugado 10,20 y 30 rondas de este
juego esperando a que se hiciese la hora de cerrar, por jugar a “algo rápido” o
simplemente para matar el tiempo hasta
que llegase la cena que habían pedido?
El Gran Dalmuti es un juego muy muy muy simple, ideal para “reuniones
sociales”, gente no aficionada a los juegos de mesa o que no tiene ganas de
leerse las instrucciones para saber jugar ni complicarse en aprender sistemas
de puntuación “raros”. ¡El juego de mesa básico para todo buen friki!
Adentrémonos un poco más en este juego….
- “Un día, montaré un caballo como ese”, le dijo el chico a la mujer, mientras veían pasar ante
ellos a la procesión de nobles.
- “Sí, querido.”
- “Y tendré un palacio, y montones de pasteles.”
- “Quizás”, contestó ella, recordando las estancias de paredes de Mármol en las
que había pasado su juventud.
- “Pero por lo que respecta a hoy, vamos a intentar centrarnos en
acabar de sembrar esta zanja.”
El Gran Dalmuti: ¡El único lugar en el que un campesino y una
princesa pueden intercambiar su puesto más rápido que en un cuento de hadas!
Se trata de un juego que no es más (o no) que una evolución del juego “Culo” de toda la vida: se juega
por manos. En cada mano, tu objetivo será deshacerte de todas tus cartas lo
antes posible. Cuanto más rápido te las quites de encima, más alta será tu
clase social, serás más cool.
Durante la partida, al jugador que le toque el turno juega boca arriba el
número de cartas del mismo valor que quiera (4 cartas cocinera, 2 cartas
albañil, 3 cartas picapedrero…). Se continua la ronda por el jugador sentado a
su derecha, quien debe de jugar el mismo número de cartas pero mejorando
el valor, o pasar. Se considera que el 1 (Gran Dalmuti) es la carta de mejor
rango y el 12 (campesino) la de peor. Cuando todos los jugadores
hayan hecho tantas tiradas como sea
posible, se retiran las cartas y empieza una nueva ronda, (y así una vez y otra y otra y otra).
El primer jugador que se deshaga de todas sus
cartas se convierte en El Gran Dalmuti (oh yes!) para la próxima partida, y el perdedor se convierte en El
Gran Peón (según el reglamento, pero
el nombre puede verse modificado en función de la rabia que te tengan tus
compañeros: la gran mierda, la purria, la gran escoria, etc etc).
Obviamente aquí está la gracia el juego: el Gran Peón debe realizar las sucias
tareas de repartir las cartas, recogerlas después de cada ronda, ir a por refrigerios para el resto de
clases, traer bebidas espirituosas a su amo Gran Dalmuti… Además, debe
“cederle amistosamente” sus dos mejores cartas a éste al principio de cada partida.
Así que ya
sabes, ¡lucha por conseguir la corona!
Para más detalles
de reglas, modalidades de juego y demás monsergas y estrategias para %$@?& [Nota del editor: ¡ese lenguaje! xD] en
general, puedes consultar el reglamento
(alguien lo consultaría en su día) o simplemente preguntar a l@s que ya saben
jugar
Articulo realizado por Tamara
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