Capítulo V: Una traición helada.
Desenlace. Situación
post-batallas:
Victoria estratégica:
Bando Necrón (Carles).
Pese a todos los esfuerzos que pusieron los chikoz del
kaudillo Er’kan, no lograron superar la férrea piel de los necrones; esos seres
eran más duros de lo que parecían, y el armamento orko no era el más idóneo
para despacharlos con garantías. Imotekh saboreó de nuevo la sangre orka,
probando nuevamente que sus ancestrales guerreros estaban preparados para
combatir a cualquier ser de materia orgánica. Ahora que disponía de parte del
arsenal recuperado de su dinastía, podría golpear duramente al resto de
invasores de Elohim III.
Victoria económica:
Bando Imperial (Gallen, Potras, Ángel Lucas, Torment).
La helada tempestad azotó tan fuerte como lo hacían los
cañones imperiales a las castas del fuego del Comandante O’Shark. Pese a su
tecnología y gran capacidad táctica, la veteranía en entornos inhóspitos y
nevados de los vostroyanos doblegó la voluntad de fuego de los Tau. El
gobernador militar Volganov recuperó el Generador Térmico Vespero II con daños
mínimos y dio el mensaje que deseaba a la resta de población imperial del
planeta: abandonar el camino del Emperador estaba castigado, y unirse al Imperio
Tau aún más.
Victoria civil: Bando
Tau (Shark, Lucas).
Aunque la emboscada imperial les causó una situación difícil
de manejar, O’Lucas tiró de talento estratégico y guio a sus guerreros hacia la
victoria. Pese a que se le había prometido una batalla contra orkos y caóticos,
encontrarse frente al Capitán Payback de los Señores del Fuego fue un reto
motivador. Los dos líderes aprovecharon sus oportunidades, y finalmente fue el
bando de los Nopin’tau quienes salieron victoriosos: sus métodos defensivos
vencieron al ataque sorpresivo de los marines espaciales. Los ciudadanos
refugiados en el Centro de Adiestramiento Solar Macarius lo vieron todo,
acabando por dar apoyo unánime a los defensores del Bien Supremo.
Victoria heroica:
Mephisto.
Ghozzbak dominó completamente al demoníaco Superius; su
inmortalidad no fue suficiente como para que el kaudillo orko cediese el mando
de la invasión, además de darle más razones para considerar enemigos a todos
los marines del caos. Su interrupción le costó tropas y tiempo al kaudillo,
pero fortaleció enormemente el liderazgo del enorme pielverde. Alzado como el
principal arquitecto del asedio a Elohim III, ahora estará en las miradas y en
las mirillas de todos los defensores, además de seguir cubriéndose las espaldas
para evitar posibles traidores entre sus secuaces.
Victoria narrativa: Bando
Orko (Mephisto, Xurxu, Juan).
Una vez despachadas las tropas del Capitán Paccael que se pusieron
entre él y el Centro Penitenciario Vergun, Xurxuc buscó por todos los rincones
del complejo a la inquisidora. Aunque el resultado de la refriega hubiese sido
diferente y el líder de los Ángeles Oscuros hubiese vencido, solamente se
encontrarían con el maltrecho cadáver de la que antes era llamada Ekaterina
ivanova. Pese a todo, Xurxuc consiguió recuperar el diario de la inquisidora,
justamente donde tenía anotada toda la información referente a los artefactos
Halo; algunas páginas estaban dañadas, pero con un concilio de los eztrambótikos
más inteligentes del planeta lograría descifrar cuál sería el siguiente paso en
esta larga búsqueda.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada