Guerreros de Hierro y
Necrones (SuperK) vs. Señores del Fuego (Potras).
Tras el estrepitoso fracaso de defender la colonia
fortificada de Antares y al gobernador Lucrecius Lochfiin, el Capitán Potras
Payback estaba totalmente dispuesto a enmendar su error. No planteó ninguna
traba cuando el comandante de los Primeros Nacidos Vostroyanos Dimitri Volganov
se autoproclamó gobernador militar en funciones. Cuando tuvieron los informes
del bombardeo orko sobre la provincia Amus, las fuerzas de los Señores del
Fuego fueron rápidamente desplegadas. Los rumores de que los herejes querían
reunir almas imperiales para oscuros propósitos le hacía hervir la sangre al capitán
marines espacial.
Los exploradores enviados de avanzadilla informaron de
avistamientos de marines traidores, cultistas y otra clase de herejes avanzando
junto a un predator manchado de corrupción y un demoníaco profanador. El
capitán, aprendida las lecciones de la batalla anterior, tomó una de las
motocicletas del arsenal y dio apoyo junto su escuadra de mando allá donde
fuera más necesario. El fuego de ambos contingentes comenzó a cruzarse; el
cañón demolisher del vindicator de los Señores del Fuego impactó de pleno al
ingenio demoníaco, pero el profanador continuó avanzando implacablemente.
El cielo fue golpeado por un estrepitoso sonido, una cápsula
de desembarco caía con rapidez hacia las posiciones enemigas. Aterrizó
levantando una gran polvareda para dejar paso a una escuadra de Devastadores
Centuriones acompañados por el veterano bibliotecario Brisingr. El mismo emanó
un campo de energía alrededor de su escuadra y ordenó disparar al profanador
por la retaguardia, donde su blindaje era más débil. Los Centuriones
descargaron toda su furia imperial a través de sus cañones de gravitón
destrozando por completo a la máquina infernal. Mientras, por los cielos
surcaba una de las Stormtalon del capítulo, que ofreciendo apoyo ahí donde más
era necesario, castigaba con sus armas cada uno de los pasos que hacían los
marines del Ojo del Terror. Una gran explosión sacudió el frente defensor
cuando el vindicator estalló en mil pedazos. Los láseres del predator de los
Guerreros de Hierro lograron penetrar el blindaje e impactó en la munición del
tanque.
Pero los invasores no habían decidido rendirse aún, con un
destello fugaz aparecieron en medio de la batalla una escuadra de Arrasadores,
marines mutados con multitud de armas que podían barrer pelotones enteros en
cuestión de minutos. No fueron los únicos, instantes después una sombra
oscureció el campo de batalla: un gigantesco monolito necrón hizo aparición,
desembarcando cadavéricas tropas metalizadas que con su fuego Gauss pusieron en
un aprieto las líneas defensoras. Entre ellos, Un Lord necrón comandaba la
nueva ofensiva. El bibliotecario Brisingr y sus hombres tomaron posiciones para
aguantar la embestida de los xenos. Los exploradores marines abrieron fuego
distrayendo a los Arrasadores caóticos, logrando tiempo para que el Capitán
Potras llegara a gran velocidad y su escuadra de mando abriera fuego con sus
rifles de gravitones. Éstos cayeron fulminados y los motoristas marines
espaciales se dirigieron rápidamente a hacer frente a los atacantes necrones.
El capitán y su escuadra tuvieron que admitir que estos
rivales eran completamente diferente. Sus disparos apenas causaron bajas, y
aquellos que caían en cuestión de segundos se volvían a levantar del suelo como
si no les hubiese pasado nada. El fuego continuó cruzándose entre los dos
contendientes hasta que Brisingr se puso en contacto con el Capitán,
indicándole que era necesario en otro lado del campo de batalla y él podría
manejar este nuevo enemigo. Potras y sus guardaespaldas aceleraron rápidamente
hacia otro punto crítico de la refriega.
Una gran horda de cultistas estaba poniendo en aprietos los
emplazamientos defensivos de los Señores del Fuego. Junto el apoyo del predator
caótico y las hábiles órdenes de un Herrero de la Disformidad, quién parecía
dirigir este ataque, estaban comenzando a acercarse peligrosamente a la Ciudad
colmena Caesar Superior. Por suerte los refuerzos llegaron a tiempo: surcando
en el cielo una segunda cápsula de desembarco estremeció a las fuerzas
traidoras. Nada más aterrizar, una escuadra de condecorados marines veteranos abrió
fuego contra los cultistas; uno de ellos, con un lanzallamas pesado, hizo buena
cuenta con el fuego purificador en nombre del Emperador. El Herrero Disforme
ordenó asaltar a los veteranos leales y se enfrascó en un singular duelo con el
sargento de los Señores del Fuego.
La espada sierra del sargento y el hacha de energía del
líder caótico cruzó golpes. Saltaron chispas y sus armaduras fueron duramente
golpeadas, pero el duelo no se decantaba por ninguno de los dos. A pesar de
tener un equipamiento superior gracias a los mecatentáculos, el Herrero de la
Disformidad fue incapaz de superar la habilidad del sargento de los veteranos.
Su fe y determinación lograron abrumar al corrupto, que viendo como sus tropas
estaban siendo superadas, ordenó la retirada. Justo en esos instantes el
Capitán Payback inutilizó al predator caótico, dejando sin apoyo antitanque a
los invasores. Maldiciendo por todo lo alto, el comandante de los herejes dio indicaciones
de retirada, sacrificando por el camino a un puñado de desaprensivos cultistas.
Finalmente volvió la calma a las proximidades de la ciudad
colmena Caesar Superior, ofreciendo un respiro a los defensores. La tare había
sido ardua pero se logró cumplir con el cometido. Después de asegurarse que los
invasores no volvieran, el Capitán Potras comunicó de su victoria al Cuartel
General de defensa planetaria.
"El éxito se conmemora. El fallo tan solo se recuerda" Capitán Potras Payback de los Señores del Fuego.
Orkos (Xurxu) vs.
Astra Militarum (Gallen).
Volganov alzó la vista, esperando que la respuesta viniera
por sí sola, pero sabía que no había otra opción: Tenía que enviar a Todorovic.
Era su segundo al mando, pero era el único que podía recuperar la moral de todo
su ejército. La baja de Lochfinn había producido un enorme pesar en toda la
tropa aunque hubieran mantenido a raya la invasión en la provincia Antares. El kaudillo
orko Xurxuc debía caer, sea como sea. La
moral de sus hombres sería restaurada cuando la cabeza de ese enorme orko fuera
colgada en una pica.
El destacamento de Todorovic se apostó cerca de la colonia
Pernicius, al sur de la provincia de Amus. Sabía que tenían que pasar por el
desfiladero del sector 2-13 para alcanzar la zona bombardeada. Una zona repleta
de ruinas y cráteres debido a la artillería pielverde. El general Todorovic
estudió el terreno, fortificó posiciones y contó toda la munición que habían traído.
Cada una de esas balas y ráfagas de láseres tenían el nombre de Xurxuc
inscrito.
Dos días después de dolorosa espera el ambiente se llenó de
gritos, ruidos y estruendosas voces humanoides: las tropas de Xurxuc habían
llegado. Los primeros en aparecer en el horizonte fueron los motoristas orkos;
intentando atravesar el flanco y rodear el campamento vostroyano, cosa que el
general ya pensó. Nada más llegar al lugar Todorovic posicionó inteligentemente
a uno de los Hellhounds y a una unidad de sentinels en una de las calles más
anchas. Los bípodes hicieron de señuelo y atrajeron a los locos de la velocidad
orkos que, entusiasmados por el combate, se toparon con el fuego supresor del
tanque vostroyano. Apenas salió ileso uno de los xenos, que fue perforado por
los mismos sentinels que le tendieron la trampa a sus compañeros.
Los segundos en llegar fueron esos cachivaches orkos que
usaban como transportes, apenas reconocibles entre las ruinas por el diseño
caótico y chapucero típico de los pielesverdes. Las tropas del general
Todorovic concentraron el fuego sobre ellos, ya que los orkos a pie serían una
presa más fácil para los morteros y otras armas de dispersión. Incluso la
escolta de kópteros fue fulminada en pocos segundos gracias a las abundantes
ráfagas de plasma de los defensores. No hubo piedad, todo soldado y tanque
imperial descargaba su munición sin pensárselo dos veces, creando una muralla
de balas, láseres y fuego.
Todorovic daba soporte en todos los puntos del campo de
batalla subido en su chimera de mando. Esperaba encontrar al Kaudillo Xurxuc
para asestarle un golpe mortal al Waaagh invasor. Dentro de un monstruoso karro
de guerra dio con su objetivo. Un enorme orko equipado con una inmensa
megaarmadura desembarcó en el centro de la batalla y romper con contundencia la
línea defensiva imperial. En ese fugaz instante se decidió el destino de la
contienda, donde el fuego de los akribilladores y de los rifles láser hizo
crepitar el tenso ambiente de guerra. Todorovic ordenó a sus hombres disparar
los rifles de fusión, desintegrando completamente la guardia del gran orko.
Aunque no fueron lo suficientemente diezmados y alcanzaron a destruir el
Chimera personal del general.
Disipado el humo de la explosión, el líder orko se dio
cuenta de que estaba completamente rodeado: de varias trincheras surgieron
decenas de guardias imperiales que descargaron toda su munición sobre los orkos
supervivientes. El líder de guerra orko tuvo que retroceder mientras recibía
graves heridas y su armadura se hacía pedazos. A continuación los pocos orkos
supervivientes lograron escabullirse y salvar sus quemados traseros para dejar
paso a una gran victoria de los Primeros Nacidos Vostroyanos.
No habían podido dar con Xurxuc, puesto que el orko que
Todorovic era uno de sus lugartenientes, Dregg “Abrelataz”, pero logró hacer
que sintiera miedo de la gloriosa defensa planetaria y esperaba que hubiese
sido un buen golpe al orgullo del kaudillo del waagh.
"Identifica tu objetivo. Concentra en él tus disparos y olvídate de todo lo demás. Cuando lo hayas destruido, elige otro objetivo. ¡Ésta es la manera de asegurar la victoria!" -Tactica Imperium
Gracias por vuestro tiempo.
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