Los orkos del clan Eztrujakráneoz no destacaban por ser demasiado brillantes. Vivían en un planeta desolado, un erial de dunas blancas infinitas donde apenas había algo con lo que entretenerse. Ni actividad Imperial ni de ningún otro tipo de ser vivo existente en la galaxia: sólo pielesverdes. Así fue llamado Morkolandia en honor a uno de sus dioses.
Gracias a eso, habían creado una sociedad orka con unos ideales poco convencionales, donde la violencia innecesaria estaba controlada y focalizada en peleas en fosas y arenas, obteniendo así una organización muy estable. El líder de este clan, Er’kan Eztrujakráneroz, era llamado el orko más sagaz que jamás haya bebido de un barril de grog imperial; capaz de idear complicadas estructuras, magníficas construcciones y diseños pragmáticos que lograron levantar una ciudad subterránea bajo las dunas de ese desolador planeta. Todo, claro, con la inestimable ayuda de su fiel y torpe Mekániko Bolkrink Manozuelta.
Un ocioso día, los dioses pielverdes decidieron enviarle un mensaje al eztrambótiko del clan: fiebres, visiones, esputos e improperios indescifrables sufrió hasta lograr finalmente la profecía de Gorko y Morko. En un planeta verde y paradisíaco se alzaban ruinas mucho tiempo olvidadas y con artefactos que explotaban y brillaban mucho, algo digno de ofrecer a los dioses. Er’kan se sintió intrigado por esos cachivaches y cuando el eztrambótiko le dijo que también habían pielesrosadas en el planeta, no dudó en preparar un buen waaagh.
Sonaron los tambores de guerra, rugieron los motores de los kamiones y explotaron cabezas de grechin mientras se preparaban los pecios y naves espaciales para viajar. Dejarían Morkolandia durante una temporada para atravesar el frío vacío interestelar hasta Elohim III, el planeta de las visiones. Fue instintivo, montados en sus atrocidades mecánicas, el eztrambótiko solamente tuvo que señalar “¡por aquí!” para poner rumbo en la inmensidad del espacio hacia los tesoros de Gorko y Morko.
A la llegada al sistema de la estrella azul, el encontronazo con los marines con pinchos fue catastrófico y violento. Se montó una buena gresca junto a dos Waaaghs más hasta que finalmente los líderes de los caóticos y los kaudilloz orkos se reunieron para pactar una tregua. A Er’kan no le convenció mucho, pero juntos podrían divertirse más aplastando a la resistencia imperial en el planeta y no debería preocuparse de vigilar tanto sus espaldas. El kaudillo sagaz se olía que los marines con pinchos escondían sus verdaderos intereses, que los orkoz estaban ahí para entretener a los defensores mientras ellos conseguían los tesoros de Gorko y Morko. Pero, qué más da, mientras haya una buena pelea, ya se preocuparía después de conseguir esos cacharros milenarios.
"Puede ke miz chikoz no eztén muy preparadoz, pero morko me ha dado una mizión, y juro por él que NADIE ze interpondrá en mi kamino." Er'kan Eztrujakráneoz.
Waaagh de Ghozzbak “Zakaojoz”
En lo máz profundo del Zegmentum Tempeztuz una flota de gigantezcoz pezioz deztartaladoz flota a la deriva en el ezpacio. Zu tripulación, milez de pielez verdez, ya empiezan a pelearze entre elloz a falta de una coza mejor que hacer. Y Ghozzbak, zu líder, ya empieza a eztar aburrido de que zuz pilotoz no zean capacez de llevarlo a un buen combate.
De repente uno de zuz eztrambotikoz (Toloko), tal vez el máz inútil de zu flota, porque nunca acierta nada, ze dezpierta de un zueño en el que ha vizto un mundo verde lleno de pielez rozaz, lleno de kachivachez y juguetez viejoz que nunca antez había vizto, y que muchoz quieren.
Ghozzbak normalmente lo habría tirado al fozo de loz garrapatoz para divertirze un poco, pero era tanto el aburrimiento acumulado que lo ezcuchó. Toloko eztuvo dezcribiendo el planeta y lo que había vizto en zu zueño y que eztaba lleno de pielez rozaz. Poco dezpuéz varioz de zuz eztrambotikoz tuvieron máz vizionez de máz tropaz llegando al planeta que dezcribía Toloko, pielez rozaz, muchoz marinez y por extraño que parezca también pielez azulez.
Todaz eztaz vizionez hicieron cambiar la cara de Ghozzbak que ze iba creciendo con cada eztrambotiko que le contaba máz cozaz, Ghozzbak puzo en pie de guerra a todo el waaagh preparándoloz para una batalla épica y ordeno a zuz pilotoz y mekanicoz que ze puzieran en marcha para llegar a eze planeta. De repente ze hizo el zilencio y un mekanico un poco ezpabilado pregunto:
“¿Y dónde ezta eze planeta?”
Todoz giraron zuz miradaz al grupo de eztrambotikoz y dezpuéz de unoz zegundoz de zilencio Toloko alzo el brazo y zeñalo a un punto (zupueztamente al azar) y en toda la zala eztalló un gran waaagh.
La nave ze retorció cuando activaron loz motorez de dizformidad y dezpuéz de un chazquido la nave apareció en algún lugar lejano del espacio. Todoz alzaron un gran waaagh pero enzeguida ze diluyó porque no había ni raztro del planeta del que hablaba Toloko.
La nave ze volvió a retorcer; otro chasquido; intenzo waaagh; y no havia planetaz. A cada zalto el waaagh era menoz enérgico, dezpuéz de muchoz intentoz y cuando todoz ze habían ido a hacer otraz cozaz, Ghozzbak eztaba roncando y Chikitinz (garrapato de ataque, mazcota, máz grande de lo habitual) eztaba dizfrutando con loz reztoz del ultimo piloto, loz zenzorez del pecio empezaron a pitar detectando varioz planetaz y multiplez navez.
Ghozzbak ze levantó de un zalto y cazi decapita al mekaniko que había venido a avizarle de que habían llegado a zu deztino. Diciendo:
“¡Decizme que no llegamoz tarde!”
Xurxuc era un enorme orko, muy raro en su especie, ya que podríamos decir que era un “fashion victim”. Estaba obsesionado siempre en ir a la última moda, lo que ocurría es que el sentido de “moda” para los orkos es algo diferente a lo que los humanos. Siempre buscaba el mejor tanque, el mejor cohete o la mejor nave para agenciársela y ser “el tipejo máz molón”.
Aunque sus pensamientos no eran compartidos por los semejantes de su raza, Xurxuc ejercía cierto poder de atracción sobre los pielesverdes, ya que incluso con su poco intelecto había conseguido hacer funcionar grandes mákinas con una dosis importante de chisporroteos y humos, cosa que dejaba boquiabiertos a sus semejantes. Pero el factor principal de la devoción de sus semejantes era cuando no conseguía hacer funcionar cualquier artefacto digno de su atención, cosa que normalmente acababa en una gran explosión, y todos sabemos que esas cosas son adictivas para los pielesverdes. Así sin darse cuenta, Xurxuc se vio envuelto en un waaagh, su propio waaagh. Sin saberlo pasó a ser el denominado Kapitán Xuxuc Petakaraz (sobrenombre que le venía al dedo ya que las explosiones eran un factor determinante entre sus seguidores). Líder de un waaagh, donde el afán por saquear y reventar artefactos eran sus más importantes credos.
Debido a la naturaleza de su waagh, los seguidores de Xurxuc se habían agenciado con “tecnología punta” orka, habiendo saqueado motos, tanques, bípodes e incluso palos de madera atizadores para hacer que los grechins trabajaran más rápido y mejor. Los seguidores más fieles del Kapitan Xurxuc Petakaraz, como no podía ser de otra manera, eran los zakeadores orkos, ya que estaban en un waaagh hecho a su medida. La gran cantidad de chatarra que iba recogiendo el waaagh también era el lugar idóneo para que los grechins proliferaran e inventaran con más o menos éxito su propio armamento.
Así pues, Kapitán Xurxuc Petakaraz lideraba un waagh que contaba con millares de pielesverdes, armados “hazta loz piños” y dispuestos a presentar batalla, auto inmolándose y creando espectáculos pirotécnicos a partes iguales, cosa que era el sueño de cualquier pielverde. Xurxuc oyó gracias a un chisme marine que habían encontrado” tecnología dezkonozida” en el sector Elohim de las estrellas de Halo. Más tentador que una furgo grechin de helados delante de un colegio humano, el gran orko no se pudo resistir y ordenó a sus nobles y a sus zakeadores preparar su pecio de guerra para embarcar y llegar hacia ese sector lo antes posible. ¿De qué color explotarán los nuevos chizmez eztramboticos? (se preguntaba Xurxuc). Lo que sigue siendo un misterio, es como diantres consiguieron llegar a su destino (ya que los viajes orcos acostumbraban a ser erráticos y totalmente fuera de rumbo previamente fijado). El resto de la historia aún está por llegar…
Belial se encontraba en el puente de mando de “Demencia”, su nave insignia, un acorazado clase “Saqueador”. Se dirigía a través de la disformidad hacia el planeta Elohim III en las estrellas Halo. Abbadon le ordenó una misión que debía cumplir inmediatamente, o las consecuencias serían nefastas para él y sus hombres. Tenían que conseguir los Dispositivos Halo, artefactos milenarios que los siervos del falso emperador estaban buscando en el planeta Elohim III. Estos objetos tenían un gran poder para distorsionar el cuerpo y el alma, cosa que desconocían los imperiales, y el señor de la guerra del caos ansiaba para su caótica causa. Si las fuerzas de Belial entregaban los dispositivos a su señor conseguirían su perdón y podrían volver a formar parte de la Legión Negra.
No será fácil conseguirlos, puesto que los miserables imperiales se habían reforzado con un gran contingente en el planeta. Patéticos soldados vostroyanos reforzaban las defensas planetarias mientras fuerzas de combate de decrépitos marines espaciales se acercarían casi tan rápido como él al lugar en cuanto pusiese un pie en el planeta. Además, los dioses oscuros sentían una presencia Tau en el sistema, aunque se desconocía cual iba a ser su participación en el conflicto.
En la invasión contaba con otro contingente de guerra caótico presente, y sus fuerzas sumaban con un batallón orko reclutado desde su exilio. A la izquierda de “Demencia” surcaba en el espacio un destartalado pecio orko. No había sido fácil convencerlos, puesto que ese Waaagh había sido liderado por Aztrog “Garramuerte”, un imponente ejemplar de kaudillo orko. Y estos sucios xenos sólo respondían a dos estímulos: a sus falsos dioses y a la fuerza bruta. Xerxeth, el hechicero al servicio de Belial, corrompió la simple alma de Gromlard, el eztrambótiko fiel al kaudillo, mediante un ritual arcano para conseguir que los pielesverdes fuesen más manejables. Pero mientras siguiese Aztrog al mando no se pudo anexionar a esta marea de violencia desmedida.
En un duelo singular, Belial luchó ferozmente contra Aztrog; el impresionante kaudillo puso contra las cuerdas al Señor del Caos con su gran potencial físico y su tamaño de un dreadnought, pero la veteranía y los dioses oscuros hicieron victorioso al primero. La oscura sangre del kaudillo aun manchaba su garra de combate, que ahora reseca, recordaba a los orkos quien era ahora su líder.
El primer asalto al planeta fue duro y sangriento. Muchas bajas caóticas fueron ofrecidas a los dioses oscuros, y las defensas planetarias fueron levemente mermadas. Por suerte se anticipó a los acontecimientos y tenía un par de agentes en el planeta trabajando para su objetivo. Xerxeth, a través de la disformidad envió un mensaje a Dagon y Dabriel; los dos paladines de la Legión Negra ya estaban en la superficie del planeta, que con la ayuda de la oficial renegada vostroyana Olena Timoshenko lograron que varios regimientos de la fuerza de defensa planetaria se rebelaran y atacaran a los fieles al Imperio.
La contienda había comenzado y Belial anhelaba entrar de nuevo en combate. Probar la sangre imperial y exterminar a humanos para honrar a los dioses del caos. Y cuando acabara con todos los defensores haría que el estandarte de la Legión Negra ondease sobre las ruinas del palacio del gobernador. Sin olvidarnos, sobre todo, la razón de esta guerra: los dispositivos Halo, que le otorgarían la gloria y el poder que se merece ante los ojos de Abaddon y los dioses oscuros.
+++ [Transmisión interceptada - Video corrompido, sólo audio -M41.1231.23.1] +++
-Señor, nos han llegado noticias de las excavaciones, han encontrado la entrada [Voz no reconocida, posible hereje]
-Excelente [Patrón de voz reconocida, Superius, identificación Herrero de la disformidad, del capítulo hereje de los Guerreros de Hierro, se recomienda actuación de urgencia. [Código Imperial 654]. Nuestros hermanos necesitan refuerzos.
[Nota del Tecnoescriba: Hace pocos ciclos se detectó en la zona un salto de la disformidad con desastrosas consecuencias. Posible flota del caos diezmada, se desestimó una investigación más profunda, pese a las advertencias de este servidor, los hermanos a los que se refiere la transmisión puede hacer referencia a las actividades de la legión negra en el sector].
+++ [Transmisión del segundo equipo de exploración de los templarios negros en la zona Omega-6 donde se detectó actividad herética -M41.1231.23.3] +++
-La entrada parece una carnicería, parece que los encontraron saliendo de la excavación. [Patrón de voz reconocido, Sargento Ciriaco, Explorador de los Templarios Negros]. Estos patrones de disparos parecen muy irregulares. Aquí encontramos heridas de bólter, pero estas otras parecen hechas por algún tipo de arma de energía que no reconozco. [Patrón de voz reconocido. Hermano Bernadino. Explorador de los templarios negros].
-Traed ese servocráneo y llevadlo directamente a central. Mientras escuadra 2, síganme al interior.
[Nota del tecnoescriba: Última comunicación conocida del Sargento Ciriaco. El emperador lo tenga en su gloria. La zona ha sido declarada peligrosa nivel Delta y será objetivo de un bombardeo de purgación]
+++ [Transcripción del video obtenido del servocráneo. Corrupción del video: 70%] +++
[Varios exploradores tomando posiciones antes de abrir fuego contra herejes. La figura de Superius está ante una especie de ataúd, mientras sus tentáculos vibran con una naturaleza impía y se clavan en el interior.] [Datos Perdidos]
-¡Abran fuego! [Datos perdidos] [Patrón de voz reconocido. Hermano Lisandro. El Emperador lo tenga en su gloria] -¡Por el Emperador! [Datos Perdidos]
[Los bólteres hacen gala de una lluvia de acero cuando los herejes responden. Cuando Superius se da la vuelta, de detrás de él un esqueleto de metal se alza. [Identificación posterior: En algunas culturas se ha reconocido figuras parecidas en los testimonios de algunos supervivientes que lo han denominado Criptarca]. Del suelo de la excavación aparecen brazos metálicos que alcanzan a la escuadra, diezmándola] [Datos perdidos]
[Una mirada furiosa se clava en el servocraneo a la salida de la excavación.]
-Hierro por dentro, hierro por fuera.
[Se detectan trazas de Tecnovirus en las manos de Superius. Miles de cánticos suenan de repente de fondo, entonando lo mismo con chirrido metálico. ]
+++ FINAL DE INFORME. EL EMPERADOR NOS PROTEJA +++
Entrada realizada por Juan, Mephisto, Xurxu, Lento y Superk, portadores del mal...
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