Capítulo IV: Batalla de colosos
Trasfondo:
Consolidado el liderazgo en el bando invasor, Ghozzbak
decidió que debían golpear duramente a los defensores antes de continuar con su
exhaustiva búsqueda de los inquisidores. Ya le habían arrebatado la posibilidad
de capturar a uno de ellos, así que castigar a los que tan arduamente protegían
este planeta era lo más conveniente. Junto ahora el kaudillo subyugado a su
garra Xurxuc “Partekaraz”, y con todos los recursos disponibles que podían
acumular los dos orkos, se las ingeniaron para comenzar a crear maquinaria y
cacharros tambaleantes que superaban la imaginación de cualquier ingeniero
imperial.
El lugar: la provincia Etheres. Situada en un valle donde
fluían diversos ríos, ahora se ha convertido en el emplazamiento de una gran
presa que lleva ese mismo nombre. El agua acumulada en el pantano abastece una
gran cantidad de población del norte del planeta y es considerado un recurso
valioso para los defensores. En el valle que domina la presa se encuentran
varios asentamientos rurales, rodeados de grandes campos de cultivo; además,
hace poco se crearon dos campos de entrenamiento, llamados Voloc A3 y Voloc A7.
Allí se instruye rápidamente la milicia humana para poder plantar cara a los
orkos y las fuerzas caóticas. ¿El plan del kaudillo Ghozzbak? ¡Destruir la
presa! ¡Ahogar a todos esos pieles rosadas! ¡Hacer que su nombre haga temblar
hasta a los humanos más valientes!
Ningún otro líder de los invasores se opuso al plan de
Ghozzbak; Er’kan Eztrujakráneoz aportó materiales necesarios para las
estrambóticas ideas del gran kaudillo, mientras preparaba a sus chikoz
adecuadamente después de hacerse fuerte en el Puesto Avanzado Orgullo del Sol;
Superius, el líder de los Guerreros de Hierro, observó que el plan le podría
servir de distracción mientras descubría donde se encontraban más ruinas
necronas; y el Señor del Caos Belial no ofreció señales de vida, además de que
sus tropas se disolvieron, juntándose algunos renegados bajo las órdenes del
herrero disforme de los Guerreros de Hierro.
La pregunta clave para Ghozzbak fue cómo tirarían esa
inmensa presa. “¡Khoetez!” expresó Xurxuc, pero no había misil tan grande para
albergar la cantidad necesaria de explosivos que hacían falta. Superius ofreció
a varios de sus discípulos para que dibujaran un círculo de destrucción del
caos en la presa, y así poder detonarla. Pero Ghozzbak tenía pensado algo más
orko, construir una máquina lo suficientemente grande y poderosa como para
hacer saltar por los aires la fortificación más poderosa del imperio: un
Stompa. A Er’kan se le iluminaron los ojos, y rápidamente los tres kaudillos
orkos comenzaron a fantasear sobre lo grande, lo rojo y cuánto dakka iba a
tener su Stompa. Superius se rascó la cabeza y dejo hacer lo que quisieran los
líderes piel verde, era una batalla perdida enfrentarse a ellos y debía
descubrir el origen de esos necrones que se habían despertado en el planeta.
Por otro lado, el bando liderado por el gobernador militar
Dimitri Volganov seguía recopilando información sobre las ruinas xeno de la
provincia Uthen Ravos, que gracias a la inestimable colaboración de Anka
Steimberg, la inquisidora del ordo Xenos, avanzaba rápidamente. Según los datos
obtenidos, Elohim III era un planeta santuario donde se ocultó un poderoso
artefacto, uno de los dispositivos Halo. A lo largo de su superficie fueron
edificados templos y construcciones para que los guardianes sempiternos se
refugiasen hasta que algún ser los despertase de nuevo, o intentase recuperar dicho
artefacto. Los denominados necrones.
Aunque no se sabía exactamente qué protegían, ni cómo era el
artefacto, se sabía por informes inquisitoriales e imperiales que estos xenos
de aspecto metálico y con una gran falta de emociones y sentimientos eran un
difícil enemigo a batir. La inquisidora Anka Steimberg fue muy colaborativa con
su conocimiento respecto a los necrones, indicando a los líderes de los
defensores algunos puntos débiles que podían explotar para lograr una victoria.
La inquisidora pidió que se le escoltara en la búsqueda de documentos en campos
del Ordo Xenos abandonados justo antes de la invasión, y así poder ser de más
ayuda para combatir a la nueva amenaza y a encontrar a sus compañeros perdidos.
El capitán Potras Payback de los Señores del Fuego se ofreció su escolta,
quedándose al margen de los siguientes planes de defensa del gobernador
Volganov.
El capitán Paccael de los Ángeles Oscuros contaba con una
breve experiencia contra estas criaturas metálicas, así que preparó una fuerza
de intervención rápida para ir a cazar a los necrones en el lugar donde fuese
necesario en el planeta. Por otro lado, y tras el ataque fallido del Mariscal
San Jorge a las fuerzas del Imperio tau, los Templarios Negros han decidido que
no era momento para atacar a los falsos aliados xenos, esperarían a una
situación más propicia y a tener a algún otro líder de su lado. Esta afrenta al
Imperio no quedaría así y los Tau recibirían su castigo por engañar a los
ciudadanos imperiales.
Por otro lado, y ante el éxito cosechado por las tropas de
O’shark, el comandante decidió que debía compartir su liderazgo con uno de sus
mejores discípulos, y así poder abarcar más terreno en la lucha por el Bien
Supremo. Su escaramuza con los Templarios Negros fue útil para demostrar a los
habitantes de Elohim III de qué tipo de protectores dependían, aliados que
atacaban a espaldas de los pactos y los tratados. Aunque inicialmente An’xova
era el candidato idóneo para liderar una fuerza de combate, le resultaba
tremendamente útil bajo su mando; así que el indicado fue un veterano llamado
O’Lucas; curtido en múltiples batallas, tenía mucho que demostrar pero tenía un
talento oculto para la táctica y la estrategia, ganándose la confianza del
comandante O’Shark a lo largo de su vida militar. El comandante del Imperio Tau
predecía que tarde o temprano volvería a ser atacado a traición, así que
dividir sus fuerzas le sería más útil para que no acabasen aniquilados de un
único ataque exitoso. Además, con la ayuda del comandante O’Lucas, podría por
fin activar una de sus grandes armas secretas, una máquina que cambiaría el
destino de muchas batallas.
Objetivos:
La abominación mecánica orka había sido exitosamente
construida por los tres kaudillos, conteniendo todos los deseos que habían
pedido a Gorko y Morko. Era lo suficientemente grande y robusta como para
destrozar la Presa Etheres con garantías y traer el caos a todo el planeta bajo
la estrella azulada. Pero el plan no sería tan sencillo. Mientras Ghozzbak y
Xurxuc dirigirían la fuerza destructora hacia la presa, necesitaban distraer a
las otras fuerzas defensoras: Superios, de los Guerreros de Hierro, atacaría a
los Campos de Entrenamiento Voloc, al igual que el kaudillo Er’kan, evitando
así que el grueso defensor tuviese que dividirse y proteger igualmente a los
nuevos reclutas y a los habitantes de las colonias. Todo, claro, una mera
distracción para su magistral golpe maestro.
Además, parece ser que los guardianes del planeta han
despertado, los Necrones. Estos en su autonomía, han decidido comenzar a
cosechar vidas imperiales para un propósito desconocido, y también han estado
acosando las colonias de la provincia Etheres. Aunque aún no han logrado
encontrar un verdadero líder entre sus tropas metalizadas, sus objetivos son
totalmente opuestos.
En el lado defensor, una vez detectados los movimientos del
enemigo, han decidido atacar con rapidez. El gobernador Volganov fue el primero
en llegar, dirigiéndose a las colonias para defenderlas del prematuro ataque de
los orkos sobre ellas, y posteriormente al campo de entrenamiento, sin saber
que era parte de un plan superior. Los Templarios Negros no tardaron en
alcanzar las tropas vostroyanas y les ayudaron a repeler a los enemigos, que se
cubrían entre la frondosa maleza de los bosques del norte. Sus tácticas serían
más defensivas hasta que recibieran más apoyo.
El capitán Paccael rápidamente puso rumbo a las colonias que estaban
sufriendo ataques necrones, para poder identificar un comandante xenos claro y
recolectar información para futuros combates contra estas abominables
creaciones. No permitiría que estos desalmados seres acabaran con las vidas de
los habitantes de Elohim III sin ofrecer una resistencia digna. El Emperador no
lo permitiría.
Finalmente, los comandantes O’Shark y O’Lucas se dirigieron
a la Presa Etheres para protegerla. Las distracciones funcionaron y solamente
quedaron ellos para desbaratar completamente el astuto plan del kaudillo
Ghozzbak. Gracias al reconocimiento de drones exploradores y kroots desplegados
en el planeta, descubrieron cual iba a ser la herramienta que el orko usaría
para atacar la presa: un inmenso Stompa. Para contrarrestarlo, los dos líderes
Tau acabaron reparando la armadura KV128 Stormsurge, que había sido gravemente
dañada en el viaje por la disformidad, pero gracias a varios ingenieros
auxiliares humanos pudieron ponerla a punto para plantar cara al campeón de la
destrucción orko.
Las batallas estaban servidas. Todo estaba por decidir.
Condiciones de
Victoria:
En el campo Voloc A3 se encuentra gran cantidad de material
acumulado que se usa para el aprendizaje de los zapadores imperiales. Minas
terrestres, explosivos antitanques y vehículos no tripulados se utilizan
diariamente para que los humanos voluntarios practiquen la desactivación de
bombas y minas que pueden hallar en terreno hostil. Si estos recursos caen en
las manos equivocadas podrían armar a las tropas invasoras con una gran
cantidad de explosivos tácticos.
Victoria Económica: controlar el Campo Voloc A3.
A diferencia del campo de entrenamiento anterior, en el
campo Voloc A7 se instruyen a jóvenes mecánicos auxiliares para ofrecerse en
tareas de apoyo a las fuerzas imperiales. El entrenamiento es básico pero
enseña lo necesario para reforzar el blindaje de los vehículos más ligeros y
que se vuelvan más óptimos a la hora de recorrer terreno escabroso. Justo ahora
está a punto de completarse la primera tanda de mecánicos auxiliares, pero este
ataque ha sido muy oportuno para las fuerzas invasoras.
Victoria Estratégica: controlar el Campo Voloc A7.
Los Ángeles oscuros han detectado las inquietantes energías
de las armas necronas crepitando cerca de algunas colonias, así que han puesto
en marcha su equipo de intervención rápida. Combatirán con testadurez a esta
amenaza xenos e intentarán descubrir quién está a la cabeza de las tropas
guardianas de Elohim III.
Victoria Heroica: Enfrentamiento entre Ángeles Oscuros y
Necrones.
La presa Etheres es el gran pastel de chocolate de esta
provincia. Su aguante o caída podría afectar a las posteriores batallas,
desencadenando una serie de acontecimientos impredecibles para los dos bandos.
Los kaudillos orkos que liderarán el ataque usarán todas sus fuerzas sin
contemplaciones, dejando a las fuerzas del Imperio Tau y a la división de sus
fuerzas a una tarea muy comprometida con la supervivencia del planeta.
Emparejamientos:
Campo Voloc A3: Gallen (Astra Militarum) vs Juan (Orkos).
Campo Voloc A7: Torment (Templarios Negros y Asesinos) vs
SuperK (Caos y Necrones).
Batalla Heroica: Ángel Lucas (Ángeles Oscuros) vs Carles
(Necrones).
Presa Etheres: Shark y Lucas (Imperio Tau) vs Mephisto y
Xurxu (Orkos).
Pensamiento del día: "El fin justifica los medios"
Gracias por vuestro tiempo.
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