dimarts, 29 de març del 2016

[WH40K] Macropartida de Semana Santa


Para cambiar un poco de la rutina habitual de partidas individuales, seis de los jugadores de Warhammer 40.000 nos juntamos este jueves y viernes pasado para hacer una partida con muchos puntos y más miniaturas. Se usó un sistema de puntuar al estilo Vórtice de Guerra para que no acabe siendo una partida de "mata-mata" y darle un aliciente diferente a los turnos. Los emparejamientos fueron los siguientes, dejando a Shark y Mephisto separados ya que cada uno llevaba una criatura gargantuesca y andador superpesado, respectivamente.

Bando 1: Shark (Imperio Tau), Gallen (Astra Militarum), SuperK (Marines del Caos, Necrones y Demonios de Khorne).




Bando 2: Mephisto (Orkos), Ángel Lucas (Ángeles Oscuros), Torment (Templarios Negros y Officio Assassinorum).






Como a tantos puntos una mesa normal no era suficiente para contener tal cantidad de miniaturas, se decidió crear un campo de batalla en forma de cruz, teniendo las zonas de despliegues en los lados opuestos y creando una oportunidad muy interesante de probar nuevas formas de jugar. La mesa se dividía en un pequeño pueblo central, rodeado de unas ruinas industriales y un par de sección más agrestes y boscosas, ofreciendo muchos tipos de cobertura diferente y usos interesantes para la escenografía que tenemos en el local.


Una vez desplegadas todas las miniaturas (y que Shark viniese a última hora, cuestiones laborales), el bando 1 logró arrebatar la iniciativa y comenzar abriendo fuego en esta inmensa partida. Shark, SuperK y Gallen lanzaron hasta las zapatillas. Pese a toda su fuerza destructora unida, las tropas de los oponentes aguantaron el embate y no tardaron en recuperarse de la tragedia inicial, hasta acabar superando en puntos a los primeros. 




Grandes hazañas y combates se disputaron durante el transcurso de la partida, incluso situaciones bochornosas para miniaturas que en un principio se esperaba que hiciesen más. Suele ocurrir en estas partidas, los dados son unos amantes caprichosos. Cualquier esperanza de sobrevivir en una partida de estas condiciones se esfuma en el momento que todas las mirillas apuntan a tu unidad favorita, y dura menos que un suspiro.






Aquí podemos ver a los genios estratégicos, los generales y comandantes que se juegan su dignidad, honor y los restos de las pizzas de la cena a base de calculadas y frías jugadas dirigiendo a sus miniaturas.


La partida finalizó el viernes a las nueve de la noche. Agotados, exhaustos y débiles por la contienda, los jugadores han tenido suficiente Warhammer al menos para un par de semanas. Se repetirá la experiencia, quizás a menos puntos y con más jugadores.

Gracias por vuestro tiempo.

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